El Museo del Santuario de Andacollo

Está formado por los recuerdos que los peregrinos han dejado como agradecimientos.
El primer piso está formado por un pasillo y dos secciones que están al final de este, en el pasillo de entrada están las vitrinas que contienen los rosarios entregados por cada familia del pueblo y de fieles de otros lugares de Chile que se adhirieron a la causa, al cumplirse los 100 años de la coronación de la imagen en el año 2001. Junto al pasillo también se encuentran varias salas dedicadas a los Obispos de La Serena, a los misioneros Claretianos que desde 1900 son responsables del Santuario y a los bailes religiosos, reliquias de los primeros sacerdotes que llegaron al santuario y algunas pinturas que los fieles dan como ofrendas a la chinita. La primera sección, que está a la izquierda del pasillo, están las vestimentas y trajes que la virgen utiliza para sus fiestas de gala, ofrendas desde China cuando era imperio y un ornamento para la misa bordado por la reina Isabel II de España en el siglo XIX. y una impresionante muestra de donativos hechos a la Virgen por aquellos feligreses que cada año la visitan. La segunda sección al lado derecho, se encuentra la Capilla del Indio, lugar que conmemora el lugar de hallazgo de la virgen.

En el segundo piso de este museo se encuentran las vitrinas de galas que exhiben los “Tesoros de la Virgen”, hermosas joyas y adornos traídos de distintas partes del mundo como ofrenda. Finalmente, está el Camarín de la Virgen, que así se llama a la capilla que está detrás del altar, es estilo Jónico Romano hecho de mármol negro veteado de gris. Es el lugar en donde preparan y visten a la Virgen, también aquí se realizan sacramentos.

La imagen de la virgen puede ser rotada para que el peregrino pueda tenerla cerca y contemplar su tierna mirada.

En sus paredes están plasmados el episodios importantes en la vida de Jesús, como su nacimiento, presentación en el templo, la asunción de la Virgen y la ascensión del Señor, obras realizadas por el pintor chileno Manuel Ávalos, quien radicó por muchos años en Andacollo.